Domund

DOMUND 2011. Así os envío yo (Jn 20, 21).

ASÍ… Dos sílabas que encierran y, a la vez, lanzan el respiro hondo del gozo de Jesús resucitado que ha cumplido su misión y ahora, que vuelve al Padre, envía a sus discípulos al mundo entero para que lo hagan visible.

ASÍ… envueltos en Su amor llevado hasta el extremo, y capaces para amar..

ASÍ… con el poder de la fe para realizar obras aún mayores que las que El ha hecho. (Jn, 14,12)

ASÍ… con la audacia de una esperanza apoyada en las promesas de Dios que siempre son realidad.
Misioneros y misioneras de Jesús… ASÍ… sencillamente ASÍ…como El. ASÍ… Este así refuerza el como yo, dicho anteriormente… Sois protagonistas de la misión que Jesús os entrega… con El y como El… y en este con y como Él está el secreto.

Con El, cruzáis fronteras para llevar la Buena Noticia a todos los pueblos… con el deseo de transformar, “desde el interior”, todas las culturas abriéndolas a la verdad fundamental: ”Dios es amor, se ha hecho hombre en Jesús y con su sacrificio ha rescatado a la humanidad de la esclavitud del mal, dándole una esperanza fiable”. (Benedicto XVI). Y lo hacéis como El que, siendo Dios, se despojó de su condición divina para meterse en la humanidad en la que Dios había volcado todo su amor.

Domund 2011

Vosotros, misioneros y misioneras de Jesús, insertos en su misterio pascual, hacéis nuevo el mundo al que El os envía… Partícipes del misterio total de Jesucristo, colaboráis en la profunda revolución cultural que trueca la escala de valores.

La vida de Jesús es la expresión acabada de la inculturación… Así entendemos la frase de Juan “la Palabra se hizo carne”; Jesús entró en la humanidad, la hizo suya… Se hizo uno de nosotros y, para vivir como uno de nosotros, asumió la cultura de su pueblo. El entra en la cultura judía pero conserva su identidad de Hijo y

Enviado que se alimenta de la voluntad del Padre y, porque cumple la voluntad del Padre, se deja crucificar y resucita rescatando así la humanidad, haciendo nuevo el mundo al que ha sido enviado.

Anunciad, gritad con la voz y con la vida que mientras se piden milagros y se buscan sabidurías, vosotros predicáis a Cristo crucificado, escándalo y necedad para quien no cree (cf. I Cor. 1, 22-23), a Cristo que es el Señor para gloria de Dios Padre (cf. Fil.1, 11).

ASÍ os envío… sin más nada que “su amor y su gracia”

Llevando en nuestro corazón el deseo ardiente de Santa Vicenta Maria de que “todas nos revistamos de un espíritu enamorado por la salvación del mundo” cada religiosa de Maria Inmaculada queremos ser fieles al mandato de Jesús y ser misioneras desde el lugar donde nos toca vivir, con nuestra oración, sacrificio y sintiéndonos muy unidas a vosotros misioneros y misioneras de” vanguardia

M.Mª Eugenia Vicenti. RMI

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