La solidaridad, presente en la Casa Madre (Madrid)

La solidaridad está presente en la Residencia María Inmaculada. Los valores que adquirimos cada uno de nosotros a lo largo de nuestra vida son los que nos definen, por eso en los momentos difíciles, todos tenemos la obligación de cooperar y ayudar a los que lo necesitan.

Este ha sido un año muy difícil para Iberoamérica. Países como Chile o Haití sufrieron en los pasados meses duros terremotos que afectaron a su población, provocando trágicas cifras de muertos y pobreza. Muchas familias quedaron sin hogar, sin trabajo, sin nada con lo que poder vivir.

Desde la Casa Madre Madrid, somos conscientes de lo grave de estos hechos, por eso mismo no podemos mirar hacia otro lado. Aquí, a pesar que también existan dificultades, somos muy afortunados por tener lo que tenemos. Pero no olvidamos a aquellos que nos necesitan.

Nuestra residencia, representada en treinta de las chicas que hemos terminado la carrera ha tenido un gesto de solidaridad con la Casa que María Inmaculada tiene en Chile. Como es tradición, todos los años las graduadas realizan un regalo simbólico para el que ha sido su hogar durante los años de estudio. En esta ocasión, hemos considerado que Madrid no necesita tanto como otras Casas de la congregación.

Este año, las chicas hemos considerado que lo más importante es la colaboración, la ayuda al compañero. Por eso, hemos elegido que el detalle no sea para la Casa Madre, sino para toda la congregación, que se verá reflejada en la Casa destruida en Chile. Consideramos que con nuestra colaboración económica representamos los valores que hemos aprendido durante los años que hemos vivido en esta residencia.

Estos años juntas hemos aprendido que lo material no lo más importante. Lo más importante es saber quién nos necesita y cuándo. Con ese donativo, queremos representar parte de nuestro corazón y solidaridad. Puesto que la residencia María Inmaculada no es solo una congregación, sino una gran familia. Y como tal, cada uno de sus miembros responde y se moviliza siempre que alguien lo necesita.

Laura Bravo Martín-Consuegra